El concepto

martes, 2 de marzo de 2010
Sistema de representaciones del mundo (filosofía, arte, religión, derecho, moral, ....) que utiliza la clase dominante para legitimar su posición privilegiada frente a las clases oprimidas.

En sociología se llama ideología a todo conjunto más o menos sistemático de creencias que intentan explicar al hombre y el mundo, a la vez que orientar su conducta a partir de ciertos valores aceptados como correctos. En este sentido general, toda teoría del mundo es una ideología: lo es tanto el punto de vista reaccionario como el conservador, tanto el progresista como el radical (incluido el propio marxismo). En todas las sociedades encontramos teorías del mundo o ideologías puesto que, como señaló Engels, "todo lo que mueve a los hombres tiene que pasar necesariamente por sus cabezas". Pero el marxismo añade a este concepto general las siguientes peculiaridades:

a) entiende la ideología de un modo tan amplio que acaba identificando ideología con cultura; en la “Crítica de la economía política” nos dice Marx que la ideología abarca el derecho, la política, la religión, el arte, la filosofía, y (sugiere) hasta la misma ciencia;

b) las ideologías no describen al hombre y su situación en el mundo y la sociedad de un modo correcto, sino de un modo deformado, falso;

c) esa deformación en la descripción del hombre es consecuencia del interés de la clase dominante por mantenerse en su situación de dominio; como nos dice Marx en “La ideología alemana” “las ideas de la clase dominante, son, en todas las épocas, las ideas dominantes”. La clase dominante dispone de los medios de producción material, pero también del control y producción de los bienes espirituales, de la producción de la cultura, por lo que las ideas que en una sociedad triunfen serán las que la clase dominante quiera que dominen;

d) las ideologías son un “producto social”: los pensamientos de los hombres son conse­cuencia de la sociedad en que viven, particularmente del orden económico vigente;

e) como resultado de la tesis anterior, las distintas formas de ideología (religión, política, filosofía) no tienen historia ni desarrollo propio; esto quiere decir, por ejemplo, que una historia de la filosofía que explique los distintos sistemas filosóficos a partir de los problemas y las soluciones que los filósofos han presentado (una historia “interna” de la filosofía) es una mala historia de la filosofía; la “buena” historia de la filosofía debe mostrar la relación entre los sistemas filosóficos que aparecen a lo largo de la historia y las circunstancias económicas de las que son un reflejo.



Dada esta interpretación de la ideología como una forma de alienación, una de las tareas fundamentales de la filosofía será la de desenmascarar el supuesto carácter objetivo de las descripciones ideológicas; la filosofía se concibe esencialmente como filosofía crítica. Esto es lo que intenta hacer el marxismo, por ejemplo, con su crítica a la religión y a la economía política clásica. Y es también lo que lleva al marxismo a creer que una de las tareas más difíciles será lograr en el proletariado una conciencia de clase pues, dado el control que tiene la clase explotadora de las distintas formas de producción espiritual, lo más probable es que el propio proletariado defienda ideas que no le convienen, ideas que son las que a la clase dominante le interese que piense. La superación definitiva de las ideologías sólo podrá realizarse con la desaparición de la explotación del hombre por el hombre. (Marx, 2008)



Fuente:
Marx, K. (16 de Febrero de 2008). Filosofía Contemporáea Marx. Recuperado el 19 de Marzo de 2009, de El concepto Marxista de ideología: http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiacontemporanea/Marx/Marx-Ideologia.htm

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